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¿CÓMO SURGE LA IDEA DE RELACIONAR A MOZART CON EL AUMENTO DE LA INTELIGENCIA?

En el año 1993, la psicóloga Frances H. Rauscher y su equipo de investigación de la Universidad de California describieron en el artículo titulado “Music and Spatial Task Performance” (“Rendimiento en las tareas espaciales y la música”, publicado en la revista Nature), que habían ideado un experimento con 36 estudiantes, divididos en 3 grupos de exposición a diferentes efectos durante 10 minutos (el primero sería escuchar música, el segundo practicar técnicas de relajación y el tercero mantenerse en silencio), para comprobar cómo se podría mejorar el rendimiento en la realización de diferentes tareas psicomotrices. Los investigadores concluyeron en dicho estudio, que los estudiantes expuestos a la música de Mozart obtuvieron puntuaciones más altas en las diferentes tareas que los otros grupos de exposición.

Las publicaciones de ese año en distintos medios de comunicación dirigidas a este tema, empezaron a divagar su contenido creando una falsa noticia donde comienzan a plantear si la música de Mozart es capaz de incrementar la inteligencia, pero eso no es real, de hecho, la psicóloga promotora del mismo desmiente en todo momento que se trate de un estudio para valorar el incremento de la inteligencia con música. Incluso, para que fuera más creíble se popularizó una frase, que a día de hoy sigue integrada en la sociedad y cultura popular: “escuchar a Mozart hace a los bebés más inteligentes”.

Si unimos la difusión que genera un medio de comunicación con el aprovechamiento de algunos seres humanos para generar “fama o dinero” encontramos un libro publicado en el año 1998 (como podéis comprobar, 5 años después del estudio “original”), por un autor Don Campbell que regala a la gente en su publicitación lo que quiere oír: “Escuchando música de Mozart seremos más inteligentes”. Pero si os paráis a leer la contraportada del libro no menciona en ningún punto la palabra INTELIGENCIA, sino que habla sobre los efectos curativos de la música. Y no se quedó tranquilo con esa publicación que escribió un segundo libro sobre El efecto Mozart para niños. Os dejamos las imágenes de las contraportadas para que podáis leerlas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ENTONCES, ¿REALMENTE LA MÚSICA DE MOZART NOS HACE MÁS INTELIGENTES?

NO. Las composiciones de música clásica de W.A. Mozart NO INFLUYEN en el aumento de la inteligencia.

“El efecto Mozart” relacionado con la inteligencia es una leyenda urbana.

En el año 2010, la revista Intelligence publicó una revisión sistemática de Jakob Pietschnig y sus colegas en la Universidad de Viena, donde concluyeron tras analizar más de una treintena de estudios que involucraron a cerca de tres mil personas, que no existía ninguna evidencia sobre que la música de Mozart aumentara la inteligencia. Se desmiente esta idea.

“Recomiendo a todo el mundo escuchar la música de Mozart, pero la esperanza de que con ello aumenten sus capacidades cognitivas es en vano”, señaló Pietschnig.

 

¿Y POR QUÉ SE SIGUE PLANTEANDO QUE ESCUCHAR MOZART TIENE PROPIEDADES CURATIVAS?

La expresión conocida como “Efecto Mozart” en la actualidad hace referencia a todos los beneficios que supone escuchar música compuesta por W. A. Mozart, compositor de música clásica de mediados del siglo XVIII. Los “poderes curativos” que tiene escuchar música de Mozart implica que os contemos la historia del otorrinolaringólogo francés Alfred Tomatis, y su Método Tomatis.

Poco después de la Segunda Guerra Mundial observa que existen muchos problemas vocales derivados de problemas auditivos, cuya causa inicial eran bloqueos cerebrales causados por una mala experiencia previa en sus profesiones habituales. Se da cuenta por tanto en las distintas poblaciones que atiende, que a las alteraciones auditivas las acompaña sistemáticamente una deficiencia vocal:

  • “La voz solo reproduce lo que el oído escucha”.
  • “Si modificamos la audición, la voz cambia de forma instantánea e inconsciente”
  • “Es posible transformar la voz de forma permanente gracias a una estimulación sonora mantenida durante un cierto tiempo”. 

Tras muchas investigaciones al respecto crea el conocido como oído electrónico, como método de entrenamiento de estimulación sonora en diversas sesiones. Esa escucha dirigida tiene que estar controlada por diversos sonidos, ya que afectan de forma distinta en el cuerpo según las diversas frecuencias:

  • Entre 3000 y 20000 Hz: las altas frecuencias afectan a operaciones mentales y psicológicas.
  • Entre 1000 y 3000 Hz: relacionadas con el lenguaje y la comunicación.
  • Entre 0 y 1000 Hz: afectan en la función vestibular.

Decide probar la musicoterapia como método de estimulación auditiva, y otros muchos problemas que condicionan habla-audición y cambios en el comportamiento, donde incluye trastornos del espectro autista, la dislexia o incluso la esquizofrenia, utilizando la música de Mozart sin elegirlo de manera aleatoria, sino que se da cuenta que todos los participantes admitían la música de este compositor, aparte de haber estudiado previamente las características concretas que tiene la forma de composición: Ritmo alegre, melodías repetitivas, tonalidades mayores y frecuencias sonóricas entre 200 y 2700 Hz, entre muchas otras… A raíz de esto, publicó un libro titulado “¿Pourquoi Mozart?” donde se expone de manera evidente el análisis estético y psicológico de las composiciones y los efectos neurofisiológicos en el cuerpo humano. 

 

¿POR QUÉ ES MOZART Y NO OTROS COMPOSITORES?

Mozart se ha seguido estudiando en múltiples investigaciones y patologías, y a hoy en día sigue siendo objeto de análisis incluso en los tratamientos con musicoterapia, manteniendo una conclusión sin pronunciación firme que desmienta o confirme toda esta teoría.

En el estudio inicial de la psicóloga Frances H. Rauscher, utilizaron la sonata para dos pianos KV.448 para comprobar cómo les funcionaba a ellos la música de Mozart tras este análisis de Alfred Tomatis. Aunque, como ya habéis visto, después se derivó en conclusiones inexactas sobre sus hipótesis iniciales por lo explicado.

Os dejamos esta maravilla de obra para que podáis escucharla:

 

¿Y QUÉ OCURRE CON MOZART Y LA EPILEPSIA?

La patología que ha mostrado resultados más sorprendentes en relación con la música de Mozart es la EPILEPSIA. Múltiples estudios han incluido a niños diagnosticados de epilepsia que no responden de manera adecuada a tratamientos farmacológicos. Las conclusiones de todos ellos se resumen en que escuchar la música de Mozart, y en especial la Sonata para dos pianos KV.448 utilizada en dichas investigaciones, durante 10 minutos de terapia musical diaria, un tiempo mínimo como se puede observar, reduciría de manera significativa la aparición de crisis epilépticas y la intensidad y duración de dichas crisis.

Todos estos estudios tienen una “pega” fundamental, y es que ninguno de ellos tienen una muestra poblacional elevada de estudio, y no se contemplan los beneficios obtenidos a largo plazo, sino que solo se valoran los efectos inmediatos después de la escucha de la Sonata.

Aunque con esto tiene que quedar claro que escuchar a Mozart, al igual que no incrementa la inteligencia en los seres humanos, tampoco CURA LA EPILEPSIA, ni otras enfermedades. El tratamiento farmacológico, aunque se utilicen técnicas de musicoterapia tiene que seguir manteniéndose. Sin embargo, escuchar música en otras patologías y sobre todo las cerebrales ayuda a mejorar como terapia alternativa.

Podéis leer si os interesa el tema la entrada del blog que tenemos hecha sobre los beneficios de la música en el cerebro: 

Efectos de la música en el cerebro

 

COMO CONCLUSIÓN:

  • Mozart no aumenta la inteligencia tras la escucha de sus composiciones.
  • La música de Mozart y en especial la sonata KV.448 para dos pianos parece ayudar en los niños con epilepsia a disminuir el número de crisis, PERO sin obtener resultados de este beneficio a largo plazo.
  • La musicoterapia sigue siendo una terapia alternativa muy beneficiosa en diferentes patologías, incluso escuchando SOLO MÚSICA QUE NOS GUSTA, aunque no sea música clásica, u otros compositores de diferentes estilos musicales conocidos dentro de la música clásica (por ejemplo, Beethoven, Rossini, Vivaldi, Bach, Dvorak, Schumann…). Para que lo entendáis mejor, la persona que está escribiendo este post no podía dormirse sin escuchar Las cuatro estaciones de Vivaldi. 
  • Necesitamos más investigación para resolver grandes incógnitas incompletas como: ¿Por qué es Mozart y no otros compositores de música clásica? ¿Por qué la obra musical más mencionada en este post? ¿Por qué la epilepsia se ha marcado como centro de estudio de la música de Mozart? 

 

SI PUDIÉRAMOS HABLAR CON EL PROTAGONISTA, ¿PODRÍA RESOLVERNOS TODAS ESTAS DUDAS?

“Mozart ha sido el modelo de mi juventud, la desesperación de mis años de madurez y el consuelo de mi vejez.” (Giaochino Rossini) 

“Es el más puro de los músicos, él es la música.” (Claude Debussy)

“Mozart se erige como el genio más tremendo sobre todos los maestros en todos los siglos y en todas las artes.” (Richard Wagner)

“¿No parece acaso que las obras de Mozart se vuelven más y más frescos entre más los escuchamos?” (Robert Schumann)

“En Bach, Beethoven y Wagner admiramos principalmente la profundidad y la energía de la mente humana; en Mozart, el instinto divino.” (Edvard Grieg)

“No podemos perder la fe en la humanidad sabiendo que Mozart fue un hombre.” (Albert Einstein)

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