Desde hace ya bastante tiempo, las Urgencias Sanitarias, hospitalarias y extrahospitalarias, así como los Puntos de Atención Continuada (PAC o urgencias de los Centros de Salud) están COLAPSADAS. Existe una gran demanda asistencial sobre problemas de salud que NO SON URGENTES, y que demandan un tiempo asistencial fundamental que se prioriza en otros problemas de salud QUE SI SON urgentes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define Urgencia Médica como: “la aparición fortuita, en cualquier lugar o actividad, de un problema de causa diversa y gravedad variable, que genera la conciencia de una necesidad inminente de atención por parte del sujeto que lo sufre o de su familia”.
Con esto, podemos resaltar que las urgencias sanitarias VITALES, son las circunstancias de salud en las que se requiere atención médica inmediata, porque pone en riesgo la vida de la persona enferma: accidentes, empeoramientos de enfermedades crónicas, aparición súbita de una enfermedad que es grave…
¿Y CÓMO PUEDO SABER SI MI PROBLEMA ES UNA URGENCIA VITAL O NO?
Como seres humanos que somos, con capacidad de resolución y pensamiento debemos aplicar el sentido común y pensar en los demás, y después preguntarme:
- ¿Estoy enfermo o tengo miedo a estarlo?
- Lo que tengo, ¿puede esperar hasta que me asignen una cita?
Si no puedo contestar a estas preguntas o no encuentro respuesta, puedo realizar una consulta telefónica al número de teléfono asignado de urgencias de mi centro de salud, que suele aparecer en la parte trasera de la tarjeta sanitaria o buscar el teléfono en internet. Allí sabrán resolver mis dudas y ayudo como ciudadano a no crear colapso sanitario.
Aunque está claro, que si puedes pararte a pensar en hacer estas preguntas, tu problema de salud urgente no está poniendo en peligro tu vida en las horas próximas…
Pero… ¿Realmente sabemos cuándo acudir a un tipo de asistencia sanitaria u otra? Sigue leyendo…
¿CUÁNDO DEBO ACUDIR A MI MÉDICO O ENFERMERA DE FAMILIA?
Cuando la situación NO pone en riesgo mi vida, pero es un problema de salud que requiere atención sanitaria, debo pedir cita con mi médico o enfermera de familia.
Los padecimientos comunes de corta duración en personas sanas como: resfriados, gripes, fiebre, dolor de garganta, dolor lumbar… son motivo para pedir cita a tu médico de familia. Si tu médico de familia no puede asignar una cita de forma inmediata, se puede intentar coger la cita con tu enfermera de familia, y mientras tanto:
- En caso de dolor, tomaría mi analgésico habitual, como por ejemplo un Paracetamol.
- Si tengo fiebre, tengo que valorar mi estado general y comprobar que me afecta para seguir mi rutina diaria. En ese caso tomaría el antipirético utilizado en ocasiones anteriores, como por ejemplo Paracetamol o Nolotil.
- Si tengo un resfriado, seguiría las pautas recibidas en otras ocasiones hasta que pueda atenderme el médico.
Mi médico o enfermera de familia también están para atenderme en revisiones de mis patologías crónicas: diabetes, EPOC, HTA… Se realizan consultas de seguimiento, curas, administración de medicación o analíticas de control. Incluso también pueden resolver motivos administrativos relacionados con estas enfermedades, como los partes de baja, justificantes por enfermedad, recetas…
También pueden ayudarte en otros problemas no relacionados con la salud… Pero recuerda, SIEMPRE CON CITA PREVIA. Cada persona necesita su tiempo específico asistencial, porque los problemas de salud son diferentes, y una consulta telefónica no se puede hacer por la “cara”, también es una cita asistencial. Los profesionales sanitarios programamos nuestras agendas para ofrecer la mejor asistencia sanitaria posible en todos los casos.
Puede surgir una situación de enfermedad aguda que requiere una atención urgente en el período de consulta asistencial de Centro de Salud. En ese caso, se acudiría a las urgencias del Centro de Salud que tenemos asignado, y nos buscan una cita de atención urgente por nuestro problema de salud con nuestro médico de familia, o el médico asignado para las situaciones de urgencia en este caso.
POR LO TANTO, ¿CUÁNDO DEBO ACUDIR A LAS URGENCIAS DE MI CENTRO DE SALUD?
Necesitamos atención y tratamiento para un problema de salud que no puede retrasarse hasta la cita con mi médico o enfermera de familia, y, además, ese problema de salud no está haciendo peligrar mi vida. Aun así, es un problema que me preocupa. Algunas circunstancias que se adaptan a este caso son:
- Fiebre mayor a 38ºC que no cede con la medicación, y que está interfiriendo en mi rutina diaria.
- Quemaduras leves, por ejemplo, en un dedo, o en una zona de la pierna, del brazo…
- Reacción alérgica leve, por ejemplo, reacción cutánea que no hace que mi respiración se vea perjudicada.
- Dolor continuado que no cede con mi analgesia habitual, por ejemplo, un dolor de espalda, de oídos o de garganta.
- Herida profunda: cortes grandes o profundos con un objeto punzante.
- Migraña o dolor de cabeza intenso, que no cede con la medicación habitual.
- Esguinces.
Son algunos ejemplos de problemas de salud que pueden ser resueltos en un Centro de Atención Primaria. Si alguna de estas circunstancias necesitan atención por un especialista hospitalario, desde le propio centro de salud van a realizar una derivación al hospital.
¿Y CÓMO PUEDO SABER SI MI SITUACIÓN URGENTE LA TIENEN QUE ATENDER EN UN HOSPITAL DIRECTAMENTE?
La situación que me preocupa es una amenaza o puede llegar a serlo para mi vida, y además soy capaz de desplazarme o puede acompañarme alguien.
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- Dificultad para respirar.
- Dolor en el pecho.
- Quemaduras graves, que implican varias zonas de mi cuerpo, o están producidas por productos químicos o eléctricos.
- Sospecha de fractura de un hueso.
- Reacción alérgica grave, que está comprometiendo mi respiración.
- Incapacidad repentina para hablar, ver, caminar o moverme.
- Pensamientos suicidas.
- Ingesta abundante de drogas o alcohol, que interfiere en mi capacidad para reaccionar.
- Dolor repentino de cabeza, muy intenso.
- Pérdida abundante de sangre, que no cede tras una herida.
¿SÉ DIFERENCIAR LA URGENCIA DE UN HOSPITAL DE LA URGENCIA PARA LLAMAR AL 112?
Marcar el número de teléfono 112 está reservado para SITUACIONES DE EMERGENCIA: Alguien está gravemente herido, o enfermo de forma súbita, en una situación que pone su vida en un peligro inmediato, y, aunque esté consciente no puede desplazarse al hospital (en este caso serían alguna de las circunstancias anteriores de cuando acudir a un centro hospitalario). Algunas situaciones son:
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- Parada Cardiorrespiratoria (PCR).
- Precipitado desde una altura considerable.
- Una pérdida de conocimiento que hace que la persona se mantenga inconsciente y no responda.
- Accidente de tráfico.
- Quemaduras en la mayor parte de su cuerpo.
- Asfixia.
- Convulsiones.
- Incapacidad para respirar.
- Inhalación de humo o gases tóxicos.
Independientemente de todas estas pautas de actuación, SIEMPRE SE DEBE ACUDIR AL RECURSO SANITARIO MÁS CERCANO CUANDO NOS ENCONTREMOS ANTE UN PROBLEMA DE SALUD QUE PUEDA PONER EN PELIGRO NUESTRA VIDA, Y ALLÍ SE NOS PROPORCIONARÁN LOS CUIDADOS NECESARIOS.
Aquí en el blog os hemos dejado algunos ejemplos comunes en cada apartado. Lógicamente, no podemos exponer todos los problemas de salud que se atienden en un servicio sanitario.
POR ÚLTIMO, SI TENGO QUE LLAMAR AL 112, ¿CÓMO SE REALIZA ESA LLAMADA?
Cuando estamos ante una situación de emergencia, es importante que alguna persona llame al 112 y sepa transmitir la información de manera adecuada. La persona que llame al 112 tiene que saber mantener la calma como intervención principal, incluso aunque la llamada la realice el propio accidentado. Esto es necesario para poder realizar la transferencia al operador. Se deben dar los siguientes datos:
- Indicar la dirección exacta del suceso aportando número, cruce de calle, y puntos de referencia. En el caso de un accidente de tráfico por ejemplo, es importante señalar el kilómetro aproximado si estamos en una carretera, o lugares cercanos que destaquen en la zona.
- Indicar que es lo que ocurre, número de heridos y si le impresionan gravedad. Si es una sola víctima, intentar comunicar sus antecedentes o los medicamentos que toma, y si no es posible transmitir toma la información que podamos recopilar de la misma.
- Confirmar al operador el número telefónico desde el que se realiza la llamada, para cualquier consulta posterior o mantenerlo como comunicador principal para facilitar cualquier información que soliciten.
- Si el estado de la víctima varía o se marchara del lugar, se debe comunicar.
- Estar atento a la llegada de la ambulancia para indicar la zona exacta donde está la víctima.
- Esperar a que el servicio de emergencias o la policía indiquen retirarse.
Qué NO hacer:
- No cuelgue hasta que no se lo indique el operador.
- No abandone la ubicación exacta que le ha indicado al operador.
- No entorpezca las maniobras del servicio de emergencias médicas.
- No abandone el lugar sin previo aviso al personal sanitario de emergencias.
EL USO RESPONSABLE DE LAS URGENCIAS NOS BENEFICIA A TOD@S. EVITARÍAMOS GRAN CANTIDAD DE LOS COLAPSOS SANITARIOS, Y MEJORARÍAMOS LA ATENCIÓN EN CADA PROBLEMA DE SALUD.
En muchas circunstancias la atención en las urgencias de un hospital fundamentalmente, se retrasa porque se priorizan los problemas de salud, es decir, NO SE ATIENDE POR ORDEN DE LLEGADA, SINO POR PRIORIDAD EN TU ENFERMEDAD. Si la vida de una persona peligra, está en máxima prioridad de atención asistencial, aunque tu como paciente lleves esperando 5 horas. ¿No nos hace reflexionar esto sobre si mi problema de salud es realmente urgente?