¿Alguna vez te has parado a pensar que hace la música en nuestro cerebro?
¿Cuántas partes del cerebro se activan cuando escuchas una canción que te gusta?
Si elimináramos la música de nuestra vida, ¿borraríamos una forma de comunicarnos?
Y, ¿por qué las terapias con música benefician frente a determinadas patologías?
¿Cómo procesamos la música en el cerebro?
La hipótesis del centro musical en el cerebro humano ha ido perdiendo fuerza con el paso del tiempo.
Los estudios neuroanatómicos y clínicos en músicos con enfermedades neurológicas, el avance tecnológico de la biomedicina como la Resonancia Magnética Funcional (RMf), y los estudios comparativos entre músicos e individuos no músicos, han demostrado la complejidad cerebral en la creación, interpretación y percepción musical, al localizar áreas musicales en casi toda la corteza cerebral.
Cuando escuchamos una canción, primero se realiza un análisis acústico a partir del cual cada uno de los lóbulos cerebrales se encargará de unos componentes. A nivel general:
Para valorar el ritmo y compás de una melodía, activamos la organización temporal, con áreas como:
Si analizamos el tono, con análisis del contorno y los intervalos, activamos:
-
Y cuando nos centramos en la letra de una canción o la melodía, implicamos el sistema de procesamiento del lenguaje, con las áreas de Broca y Wernicke, la corteza visual o el lóbulo occipital y zonas de respuesta emocional ubicadas principalmente en el sistema límbico.
Existe también un sistema léxico musical que sirve como almacén donde se guarda toda la información musical que vamos recibiendo a lo largo de nuestra vida, y es lo que a la larga facilita el reconocimiento de una canción.
Si queremos cantar una canción, el léxico musical se conecta y activa con el plano fonológico, de manera que forman una planificación vocal que nos llevará al canto.
Por otro lado, cuando la canción nos recuerda por ejemplo a un viaje, activaríamos la “memoria asociativa”, que está a su vez también relacionada con el léxico musical.
“POR LO TANTO, EN EL CEREBRO EXISTEN ZONAS QUE PROCESAN DIVERSOS COMPONENTES MUSICALES: RITMO, TONO, MELODÍA, VIBRACIÓN, ARMONÍA…”
¿Qué importancia tiene la música en la salud?
EL PODER DE LA MÚSICA ES EVIDENTE. Un cerebro entrenado musicalmente realiza cambios en su anatomía y funcionalidad.
La influencia positiva de la música como opción terapéutica complementaria en diversas enfermedades es lo que se conoce como musicoterapia: “utilización de la música y/o sus elementos (sonido, ritmo, armonía y melodía) para promover y facilitar la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento y la expresión satisfaciendo las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas”.
La música tiene la capacidad de provocar en todos nosotros respuestas emocionales, que pueden ser positivas o negativas, y modificarlas con distinta intensidad.
Si observáramos a nivel fisiológico las respuestas emocionales que produce la música, veríamos que produce cambios en los parámetros vitales. Después de escuchar una obra durante un tiempo determinado, la frecuencia respiratoria se sincroniza con el tiempo musical de la pieza, al igual que se modifica la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Los beneficios que aporta la musicoterapia son numerosos:
- A nivel cognitivo:
- Aumento la capacidad de aprendizaje.
- Mejora de la orientación.
- Aumento de la capacidad de atención y concentración.
- Estimulación de la comunicación y el lenguaje.
- A nivel físico:
- Mantenimiento de la movilidad de las articulaciones y fuerza de la musculatura.
- Relajación.
- Disminución de los niveles de ansiedad.
- A nivel socioemocional:
- Aumento de las interacciones sociales
- Mejora de las habilidades sociales y la autoestima.
¿Qué patologías pueden estar incluidas en terapias con música?
CUALQUIERA, aunque es verdad que la mayoría de las patologías incluidas son las neurológicas: Autismo, epilepsia, Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), Alzheimer… También se utiliza como medida de alivio del dolor en unidades oncológicas, o para favorecer el desarrollo cognitivo en unidades de hospitalización, como por ejemplo, neonatología.
¿Qué criterios debemos tener en cuenta para seleccionar canciones?
Para elegir una canción, obra o pieza musical en función de la patología principal de un paciente hay que tener en cuenta las diferentes partes que la componen. Entre estas partes se encuentran:
• El tiempo, los tiempos lentos transmiten calma y seguridad, mientras que los tiempos vivos consiguen excitar.
• El ritmo, al igual que ocurre con el tiempo varían según la lentitud. Los más rápidos aumentan la actividad motora.
• La armonía: los sonidos simultáneos y su forma de composición, están a conciencia elegidos según el efecto que se quiera producir. Si utilizamos sonidos discordantes nos resultará más incómodo en algunas circunstancias.
• La tonalidad: Las tonalidades conocidas como “mayores” producen emociones positivas.
• La intensidad, es un aspecto muy importante a controlar ya que el volumen en el que ponemos la música debe ser un volumen adecuado para la persona.
• La instrumentalización, los instrumentos que se usen en la base musical también son importantes, por ejemplo los instrumentos de viento metal suelen tener un carácter alegre y divertido mientras que los de cuerda son muchos más expresivos y penetrantes.
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